La construcción tradicional, como actividad, es conservadora y poco afecta a los cambios, al menos hasta que la innovación compruebe que es exitosa; muchas veces la mano de obra llega a ser tan calificada que en algunas actividades se transforma en trabajo artesanal.
Si los constructores no cambian su mentalidad en esa dirección, el cambio será lento y doloroso. Si por el contrario, lo hacen rápidamente, los beneficios serán notados de inmediato. La respuesta de la construcción, dependerá en las ventajas comparativas que presenten los nuevos sistemas con respecto a la forma de construir tradicional, y del énfasis que pongamos en difundir las nuevas ideas.
La industrializaci6n o prefabricación, son procesos necesarios en la era que vivimos. La construcción no es una excepción ya que la fabricación industrializada, certificada, permite atender con mayor rapidez la demanda de construcciones de obras civiles con una optima calidad y control.